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miércoles, 4 de febrero de 2015

La moda no sabe de matemáticas



Hoy os voy a hablar de moda. Yo, que iría todos los días a trabajar en pijama... bueno, va, en chándal... pfffff.... Y es que éste es un tema que da para llenar muuuchos renglones... Así que inauguro oficialmente la etiqueta "Fashion victims".

El tema que he elegido para este post es la relación entre las mates y la moda. Porque vamos a ver, a mí, de pequeñita, me enseñaron que las matemáticas son una ciencia exacta. Es decir, que 2 + 2 SIEMPRE son 4. Luego, cuando de mayor estudié psicología, entendí que eso no es aplicable a las relaciones humanas, que básicamente depende, por ejemplo, de si el 2 es del hombre o de la mujer, del jefe o del empleado, de tu madre o tuyo. Pero, vamos, en las puñeteras matemáticas, sí. A mí, que siempre se me han dado tan mal, me quedó claro que es cuestión de entenderlas (¡¡¡nada más!!!), porque una vez las has entendido, son mecánicas, siempre funcionan igual.

Bueno, pues, cuando las mates se aplican al mundo de la moda, se vuelven inexactas. O eso, o la moda no tiene ni puta idea de matemáticas. Porque resulta que el sistema métrico decimal se mueve más que los ojos de Marujita Díaz.... Y así, resulta que, para unas mismas medidas que tiene tu cuerpo serrano (Navidades arriba o abajo), puedes usar la talla 38, la 40 o la 44, o, para hacerlo todo más sencillito, también te las pueden clasificar según el sistema XS-S-M-L-XL-XXL (que después de nosécuántosaños, J todavía no se aclara con esto y me pregunta mil veces, ¿la L es más pequeña que la M? ¿después de la S que va, la XS? ¿la XL es la más grande o la más pequeña? Juro que es verídico)...

Pues como decía, todo depende de la marca/tienda dónde te hayas metido. Mejor dicho, todo depende del diseñador (perdón, pero suelen ser hombres) de la marca, de su grado de misoginia, y de lo contento que esté con su cuerpo. Así, si tenemos a un gurú de la moda flaco, narcisista y cabrón, pongamos de Bershka, te dirá que si tienes 60 cm. de cintura eres una especie de morsa que se tiene que poner una 46, mientras que si tenemos al típico modisto gay, gordito y bonachón, pongamos de Marks and Spencer, te dirá que, con esa cinturita de 110 cm. estás estupenda y sólo tienes que usar la 46. Yo, que ya nací con el gen de la generosidad en todas las facetas de mi vida, he visto con mis ojitos como las tiendas "de tallas grandes" tallan a la baja, mientras que las de yogurines (dónde entro sólo como acompañante), lo hacen al alza. ¡Ni que esto fuera la bolsa! No sé cómo se atreven, ¡¡si no entienden de mates!!

Expresado en términos matemáticos, sería:

si:  60 cm de cintura = talla 46
y:   110 cm de cintura = talla 46,
entonces:    60 cm = 110 cm
 
luego... ¡¡las de 110 cm. están igual de estupendas que las de 60!! Ya lo decía yo...
 



¡Y eso ya por no mencionar las diferencias de tallas entre los diferentes países! Para empezar, aclárate si te están midiendo en pulgadas o en cm., y luego apréndete de memoria a qué talla corresponde la tuya en París, Nueva Zelanda, Washington, Singapur o Nepal. O eso, o te llevas un Smartphone con San Google. Que, ¿os habéis fijado que a las italianas son a las que llaman más gordas y a las alemanas, las más delgadas? Nooo, si no está pensao ni ná....

Me imagino una mesa redonda de esas carísimas, brillantes, de esas que limpiaban los de yo paso el pronto-tú el paño, dónde están sentados el gran jefe de la moda, el de la industria de la dietética, el de todos los gimnasios del mundo, el de los centros de estética, el de los laboratorios, el de la publicidad, el de los restaurantes de comida rápida y el gran jefe del chocolate en general. Todos ellos asesorados y dirigidos por el gran jefe psicólogo o psiquiatra...

- Venga va, ¿cómo podemos hacer que las mujeres se sientan más infelices todavía?
- Jo tío, ¿te parece poco?  Si no paran de venir al gimnasio... ¡tengo las clases de Zumba a petar!
- Ya, pero las ventas de pastillas para adelgazar han bajado un montón... Un 0,0002% e-xac-ta-men-te... Entre que retiraron el Reductil del mercado, que el XL-S lo anuncia la cateta de la Rosa López, y el ALLI, una gordita... oye, en eso tienes tú mucho que ver,  ¿no?
- A mí dejadme en paz, ¡que me tenéis loco perdido!... que tengo que anunciar a la vez modelos anoréxicas, pastillas para adelgazar, el Happy Meal y las fajas del Teletienda...
- A verrr, chicosss... centrémonos. Hay que hacerles creer que para ser felices y que las quieran, tienen que estar delgadas. Que sólo conseguirán estar delgadas si se gastan el dinero en nuestros negocios. Pero, a la vez, hay que bombardearlas con estímulos que lo hagan imposible. Pero en la dosis justa para que sigan creyendo que es posible, y que por una vez que se salten la dieta no pasa nada... A las que tienen que perder mucho peso, hay que decirles que son un poco más delgadas de lo que son... A las que ya están delgadas, que en realidad no lo son tanto. En definitiva, hay que conseguir que sean unas infelices permanentes buscando una felicidad inexistente... ¿entendéis?
- ¡Joer!  ¡Cómo se nota que eres comecocos!  ¡¡Cuánto sabes!!
- Ya, sí, todo muy bonito... pero yo tengo presión de las cuatro marujas de las tiendas de tallas grandes...  ¡que una es íntima de mi parienta!  ¿qué les digo?  menos mal que son minoría...
- ¡Diles que se vengan al McDonald's!
- A mí lo que me tiene preocupao es que salió en una noticia que el cacao del mundo se va acabar en 2020 por culpa de China...
- ¡Claro!  ¡Los putos chinos tienen la culpa de todo!
- Eso, eso...
- Sí, sí...
-¡Anda qué no!
- Lo que yo te diga...

Así que, nada, nos hacen infelices. Te hacen creer que si no tienes un cuerpazo que sólo se consigue con Photoshop (eso es digno de otro post), eres una mierda. Y la talla que usas se convierte en un secreto de estado si pasa de la 40. Y se tejen entramados de suspicacia entre las mujeres, que somos, con diferencia, las peores entre nosotras mismas... hum... esa, ¿qué talla debe usar? una más que yo, seguro...

Hablando de tallas, es inevitable que piense en lo mucho que me enfada y me deprime, en general, ir de compras y me hace recordar una vez, en mi tierna juventud, que entré en una tienda de ropa dónde no había ido nunca. No había clientas; luego entendí porqué, claro. Había tres dependientas: monísimas, delgadísimas, vestidísimas de negro, maquilladísimas, y estupidísimas. Miro. Un pantalón por aquí. Una falda por allá. Una blusa por acullá. Talla 42 máximo. 42 de las de tiendas proanorexia, de las de diseñadores cabrones. Me dirijo, sin saberlo, a la más mamífero cánido de menos de un metro de longitud, incluida la cola, de hocico alargado y orejas empinadas, pelaje de color pardo rojizo y muy espeso, especialmente en la cola, de punta blanca, de costumbres crepusculares y nocturnas, que abunda en España y caza con gran astucia toda clase de animales, incluso de corral, de las tres:

- Perdona,  ¿la talla más grande que tenéis es la 42?

Las tres fantastic girls, en corrillo de marujas, me miran, de arriba abajo, en plan escáner portátil, de esos que te pasan los polis buenorros en las pelis, por delante, por detrás y casi por dentro:

- ¿Para quién es, para ti?  (sonrisita burlona, de cariquémeestáscontando)

- Sí  (cara de asesina en serie, graduada cum laude en métodos de tortura)

- (Nuevo escaneado)  Nooo... lo sieeento  (teperdonolavidafoca),  ¡no tenemos nada para ti! jajajaja...

Las tres fox. Ja-ja-ja-y-ja. Cuatro jas. Las tres a la vez. En perfecta sincronización.  ¿Se han reído en mi cara?  ¡¿Se-han-re-í-do-en-mi-ca-ra?!.  Y entonces la Fox Queen se gira, en uno de esos movimientos a cámara lenta de anuncio de champú, el pelo al viento, los ojos entrecerrados, los perfectos dientes blancos ultrawhite alineados, dejando claro notengonadamásquehablarcontigoMobyDick... Las otras dos little fox, revolotean las pestañas a su alrededor... Y yo, desplegando toda mi asertividad y mis habilidades sociales, recojo mi autoestima del suelo, y nos vamos las dos de la tienda, con la boca cerrada y el cerebro diarreico.

Los de la mesa de caoba tienen éxito.

2 comentarios:

  1. Jajajaja!!!? Mas real imposible!!!!! Y por cierto....tú tienes un J que pregunta por las tallas no?..... Pues yo tengo un T que pregunta exactamente lo mismo añadiendo "y yo qué talla llevo?"!!!! Juajuajuajua

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  2. Entonces, las matemáticas no son exactas, no? Y las tallas, como las divisas, debemos ver a qué cambio están ese dia...
    Las foxes las contratan directamente las empresas farmacéuticas, para potenciar la venta de antidepresivos, está todo calculado

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